Galileo, fruto de sus experimentos, llegó a la conclusión de que el estado natural de los cuerpos era el reposo o el movimiento rectilíneo y uniforme (trayectoria rectilínea con velocidad constante). Si queremos que un cuerpo tenga otra trayectoria o que su velocidad varíe, hay que actuar sobre él. Al agente responsable de la modificación de su trayectoria o el módulo de su velocidad se le llama FUERZA.

Las fuerzas, en realidad, pueden tener otros efectos también: pueden deformar un objeto y pueden también provocar giros.

En este tema estudiaremos, fundamentalmente, el efecto de las fuerzas que se mencionó primero: modificación de su trayectoria o el módulo de su velocidad. Tanto si el efecto es la modificación de la trayectoria que está siguiendo el objeto como si se modifica el módulo de la velocidad a la que se estaba moviendo (hacemos que vaya más rápido o que vaya más lento), se dice que el objeto adquiere cierta aceleración.

Newton continuó con los estudios iniciados por Galileo Galilei y sus conclusiones tienen la forma de tres leyes que llevan su nombre.